Reliquias Raras

se presentaran reliquias que no se veían seguido y que eran muy raras:

Bastón de Sistema con Caña de Pescar. Fabricado en Francia en el Siglo XIX. Firmado:

Antiguo bastón de sistema fabricado en bambú y metal. Este artículo procede de Francia y data de finales del siglo XIX o principios del XX, encontrándose muy bien conservado y con todas sus piezas originales. Se trata de un curioso bastón, que se convierte en caña de pescar cuando se ensamblan los distintos tramos huecos que acoge en su interior. Este original objeto lleva un pomo de metal niquelado en la parte superior como remate, así como una puntera de refuerzo en su extremo inferior. Ambas piezas se pueden retirar para guardar los distintos tramos cada uno dentro del anterior, hasta llegar al extremo de la caña, una vara de bambú muy fina y que es la única que no está hueca. Los extremos de las distintas piezas están rematados por cilindros de latón, que sirven para poder encajar y ajustar los tramos y así formar la caña de pescar. 

Escribanía en bronce:

Escribanía en bronce. Mide 38 cms de ancho por 21 cms de profundidad por 12,5 cms de altura.

Antiguo estuche con conjunto de saleros y especieros. 1900

El conjunto está completo. Se compone de un salero, un pimentero, un especiero con una cucharita y una bandejita en bronce o latón. El estuche es por supuesto el original de la época y mide 22 x 17 x 8 cms.

Antiguo Escritorio Francés de Sobremesa Fabricado en Madera en el S. XIX.

La pieza está formada por varias tablas de madera de color marrón dorado, probablemente nogal, con las dos tapas superiores realizadas en otra madera noble con una veta dorada y oscura profundamente marcada. La ornamentación exterior de pasta de madera, barroca y detallada, aparece tanto en las tapas como bordeando los laterales y embelleciendo las finas patas curvadas del escritorio. En ella se combinan molduras curvadas y sinuosas, que forman motivos decorativos geométricos inspirados en el estilo barroco, con diseños florales muy del gusto de la época. Todo el exterior del escritorio está barnizado a muñequilla, y el cálido brillo de este acabado realza sobremanera el color de la madera y los relieves de la ornamentación. El interior del escritorio está compartimentado para organizar los papeles, cartas, sobres y documentos. Las dos tapas están forradas por dentro con moaré verde, una delicada seda que hace atractivas aguas.