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La utilización de los arcones o
baúles se remonta a la Edad Media, en donde se usaban para guardar objetos de
valor, tanto en la casa, como en los viajes. En esa época, existía una
diferencia primordial entre los baúles; por un lado, estaban los que tenían
patas y una cubierta plana y, por otro, los de cubiertas curvas y sin patas.
Los primeros se empleaban principalmente para guardar cosas y, la existencia de
las patas, era ante todo para mantener aislado del suelo al arcón y protegerlo
de la humedad. Los de cubierta curva, por su parte, eran muy cómodos para los
difíciles viajes de esa época, debido a que expelían mejor el agua. El arca,
arcón o baúl, con todas sus variaciones a lo largo de los siglos, es hoy por
hoy una de las aportaciones más importantes de la artesanía española a la
historia universal del mueble. En la actualidad, el empleo del arcón es
fundamentalmente como elemento decorativo, cumpliendo al mismo tiempo otra
serie de funciones, como podrían ser el almacenar libros, mantelería y ropa de
cama, entre otras cosas. Siendo el arcón un elemento macizo, es importante que
pienses muy bien el lugar donde vas a ubicarlo, tomando en cuenta sus
características y formas específicas. Necesita espacio para que realmente pueda
lucir. En muchas ocasiones, se encuentran en zonas de paso como pasillos o
recibidores, aunque también son una excelente alternativa como mesas de centro.
Ahora bien, existen arcones cuadrados o rectangulares, pueden tener o no patas,
estar decorados o no, y su tapa puede ser lisa o curva. Dependiendo de las
características que presente, el baúl puede indicar el grado de refinamiento.
Por ejemplo, si su decoración es sencilla, es probable que su origen sea
rústico. De forma contraria, si presenta una mayor fuerza decorativa,
representará más bien un objeto de lujo. Como quiera que sea, dado que el arcón
es finalmente una "caja" para guardar objetos, únicamente la parte
del frente y las laterales son las que normalmente aparecen decoradas. En
realidad, el tipo de arcón depende en gran medida de los gustos personales y
del tipo de ambiente en donde se desea colocar la pieza. Si tienes en tu poder
algún arcón o baúl de tapa curva, no intentes utilizarlo como mesa, ni tampoco
trates de colocarle encima algún tipo de adorno. En caso de que tu arcón sea de
tapa lisa y sí acepte algún objeto de decoración, es importante que se respete
el estilo del arcón. Quizá hoy día se le dé al arcón una mayor importancia como
elemento decorativo, pero no por ello dejará de ser lo que es, un "objeto
contenedor de otros objetos", y como tal, deberás tratar de encontrarle el
sitio adecuado y preciso en algún rincón de tu casa.
Tengo tarea de esto que aburrido
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